Resumen: | Si sustituimos a Soler por poeta soñador de utopÃas, por profeta, por libertador, y gente de Portoquil por humanidad esclavizada, ciega, rutinaria, vengativa y homicida, tenemos el sentido de esta novela escrita en un paÃs y en una época en que la polÃtica necesita de poetas; la cultura, de soñadores; la esperanza de las gentes, de conductores; y todos los anestesiados por la crisis o estragados por el consumo, de un loco que los despierte, de un traumaturgo que les diga: levántense y anden.
Juan Manuel ha escrito un libro bello; con una prosa sólida, de lenguaje rico y vibrante, confluyente de lo mejor de la narrativa latinoamericana. Libro nuevo, distinto, en cuya poesÃa nos perdemos y recuperamos, y nos miramos con mayor lucidez. |